A propósito de arias: las voces de las estrellas mundiales no solo se podrán escuchar dentro de la Ópera, sino que durante los meses de abril, mayo, junio y septiembre, será esta la que salga a la calle por medio de una pantalla instalada delante del edificio. Algunas de las representaciones son retransmitidas en directo y con subtítulos, algo en lo que la Ópera ya tiene experiencia. Año tras año, el Baile de la Ópera Nacional de Viena es un evento mediático que suscita tanto amor como odio, pero que, como la misma ciudad de Viena, no deja a nadie indiferente.

La Ópera Nacional de Viena es una de las principales óperas del mundo, y también tiene uno de los repertorios más extensos. Esta espléndida construcción de la Ringstraße fue inaugurada en el año 1869 y es el epicentro de la capital de la música, Viena. Todas las grandes óperas del mundo son representadas en la Ópera Nacional. Algunos de sus directores fueron personalidades como Gustav Mahler y Herbert von Karajan. Pero no solo la calidad de las estrellas mundiales que pisan sus escenarios es importante, sino que la relevancia de la Ópera Nacional se debe también a su valor identitario para todo el país. Incluso aquellos que nunca han atravesado sus puertas aman esta casa.

Después de ser bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial, la Ópera quedó derruida entre escombros y cenizas. Su reconstrucción constituyó un acto cargado de simbolismo y fue completada precisamente en el año 1955, cuando Austria recuperó su soberanía. La Ópera volvió a ponerse en pie al mismo tiempo que lo hizo el Estado. Esta relación emocional, no obstante, comenzó ya durante los tiempos de su construcción, la década de 1860. El malestar que despertó la mezcla de estilo gótico y renacentista ideada por los arquitectos August von Sicardsburg y Eduard van der Nüll fue mayúsculo. El veredicto de los vieneses fue demoledor, e incluso al emperador le costó entender su arquitectura. A eso hay que añadirle que, durante su construcción, se elevó el nivel del suelo de la Ringstraße, por lo que el edificio parecía que estaba más presionado de lo que se había planificado, la crítica lo acusaba de "caja hundida" y "elefante de barro". El desafortunado proyecto terminó siendo un drama. Ninguno de los arquitectos vivió para ver su inauguración: uno se suicidó, y el otro murió de tuberculosis. El emperador lamentó tanto la muerte de Nüll que siempre dedicaba la misma frase cortés a la construcción: "era muy bonita, me gustó mucho". En cualquier caso, el nuevo edificio de espectáculos estaba en boca de todos antes de que se cantara la primera aria. 

"Es posible concentrarse en la musicalidad, en la fuerza de las palabras y de los sentimientos".
Valentina Naforniță sobre la ópera de Beethoven, Fidelio. Ella interpretó el papel de Marcelina en la Ópera Nacional de Viena.

"Empecé a cantar en la Ópera Nacional de Viena en 1999, con El barbero de Sevilla. Fue así como empezó todo, y más tarde me casé en Viena. Creo que Viena da la bienvenida a los músicos, los respeta y tolera con todas sus extravagancias y facetas".
Juan Diego Flórez

Alrededor de 220 cantantes actuarán en la Ópera Nacional de Viena durante la temporada 2019/20. Dos de sus estrellas han sido entrevistadas aquí: la soprano Valentina Naforniță y el tenor Juan Diego Flórez.

La Ópera Nacional de Viena: la ópera con el mayor repertorio.